Ya nada será igual...

He crecido a la sombra de sus pinos y alcornoques, el olor de sus plantas lo llevo incrustado en mi ser: jara, jaguarzo y romero, enebros, catueso, tomillo y espliego...

Sus centenarias sabinas retorcidas en lucha titánica con la duna que prende someterla, la adelfa y castañuela de las zonas ribereñas, que refrescan las tórridas tardes de verano marismeñas.

Miles de amaneceres, miles de ocasos he presenciado bajo el guirigay sonoro de sus habitantes verdaderos: polluelas y carriceros, calamones, cangrejeras y jilgueros, abubillas, acentores, alondras, rabilargos y ruiseñores.

Mil días he paseado en silencio por estos mismos lugares arropado por la sombra de sus ramas, por la brisa que al pasar entre sus copas me hablaban, envuelto en su aire fresco y perfumado que me aliviaba y sosegaba.

Mil sensaciones, mil rumores, mil mensajes sutiles que solo algunos somos capaces de percibir, de buscar, de sentir...

Ya nada será igual, dicen que volverán a plantar, dicen que volverán a repoblar, dicen, dicen...lo mancillado nunca volverá a ser igual, lo asesinado nunca volverá a estar, lo mutilado nunca volverá a brotar, lo aniquilado nunca volverá a volar, a caminar...

Un trocito de nosotros ha muerto en este incendio, un trocito mío, tuyo, de tus hijos, de sus nietos, de los hijos de sus nietos... y son ya tantos trocitos que nos han arrebatado, que nos han robado, que nos han arrancado...

Yo estuve allí la mañana siguiente al iniciarse el incendio, estuve en el interior del Parque, deambulé por los mismos senderos y caminos que he transitado a lo largo de mi vida, los senderos que hablaban, que cantaban que respiraban... Todo era silencio, muerte y horror. La alegría de su luz es ahora una fantasmagórica bruma de muerte que lo envuelve todo de manera lúgubre, solitaria, silenciosa, ya no hay vida, no hay cantos, no hay colores.

Al escuchar con atención en la soledad del bosque quemado, si pones atención se escucha muy levemente un susurro que me estremece hasta lo más profundo, es la sensación del miedo y el horror que se ha vivido en este bosque hoy muerto y que nunca volverá a ser igual.